No asolaron las langostas los cultivos
ni la peste acabó con el ganado.
Piojos no atacaron a animales y niños.
Una nube de moscas no invadió aquel país.
El agua jamás se tornó en sangre
ni emergieron de ella a millares las ranas.
No se cubrieron de úlceras los cuerpos.
Del cielo no llovió fuego y granizo.
No hubo oscuridad que durase tres días
ni todos los primogénitos murieron a la vez.
Supimos entonces que el castigo
era en realidad sobrevivir.“Las diez plagas de Egipto”.
Todas las veces que el mundo se acabó
Olalla Castro (Granada, 1979) es doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada (su tesis sobre la narrativa de Enrique Vila-Matas le valió el Premio Extraordinario de Doctorado) y licenciada en Periodismo. Ganadora del Premio Nacional de Poesía Miguel Hernández, el Premi Tardor de Poesía, el Premio Internacional Antonio Machado en Baeza y el Premio Unicaja de Poesía entre otros.