TADEA, huérfana de madre y acostumbrada a una infancia tranquila, feliz y libre de restricciones, se muda a la casa de sus tíos. Pronto su universo repleto de curiosidad e inocencia se verá reducido a un mundo hostil, plagado de advertencias, prohibiciones y silencios. La soledad y el peso de la orfandad –de la que no se puede hablar–, la empujan a buscar una escapatoria: paseos por el jardín, miradas hacia el pozo que devuelve sus palabras, el alivio de estar sola… Pero estas escapadas tropiezan casi siempre con castigos. Tadea se ahoga en un ambiente en el que todo permanece cerrado, lleno de tristura.
En una época dominada por el realismo social, Quiroga se aleja en esta obra de la tendencia dominante para elaborar una prosa lírica y honesta que profundiza en las intimidades humanas y en los personajes heridos.
Tristura
Elena Quiroga es una autora fundamental, anacrónica y extemporánea. Fue Premio Nadal en 1951 por su magistral obra Viento del Norte y primera mujer novelista en ingresar en la Real Academia de la Lengua Española. Su narrativa fue más allá del discurso de una época. Innovadora sin pretenderlo, experimentó con el monólogo interior, enfocándose en qué es lo que nos mueve, narrando con maestría nuestros paisajes más íntimos.
Por el reciente centenario del nacimiento de la escritora queremos que su voz pueda llegar a oídos nuevos y que quienes la conozcan vuelvan a escuchar su nombre.