Un viaje puede hacerse sobre el territorio, pero también hacia dentro para explorar al mismo tiempo el lenguaje, la memoria, los afectos, y por encima de todo, la identidad.
En Estudio de aves en vuelo el movimiento primordial es el vaivén entre estos dos mundos que la narradora toca y escribe, toca y escribe. En el centro de este gran poema-diario, una palabra muda, la que nombra al hijo que no llegó a nacer y que retoma una vieja pregunta: ¿se puede escribir poesía después del desastre?
 
A través de selvas y montañas, de ciudades, cuerpos y de la multitud de acentos que pueblan Sudamérica de norte a sur, la narradora va desprendiéndose de capas antiquísimas y conectando con las medicinas de la naturaleza y la creación. Este libro es el resultado de esa danza cósmica entre vida y misterio.
 
«como una reunión entre clarice lispector y rebeca solnit. búsqueda y visión: la posibilidad de un conjuro». Natalia Romero
 
«Un texto muy poderoso, como de otro mundo». Carla Santángelo
 
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«Recito sin cesar un mantra
para espantar a los espíritus:
 
Estoy viva y este es mi vientre
Estoy viva y esta es mi valentía
Estoy viva y este es mi corazón».